Organizadas por las Delegaciones para el Clero de las diócesis gallegas, se desarrollaron en el monasterio de Poio, del 12 al 14 de septiembre, bajo el lema “O crego nunha Igrexa en saída”. Casi 130 sacerdotes de las Diócesis gallegas asistieron a los distintos actos, incluyendo a 55 de nuestro Presbiterio. Las Jornadas fueron inauguradas por el Obispo de Ourense, Mons. Lemos Montanet y clausuradas por el Obispo de Lugo, Mons. Carrasco Rouco. En ellas participaron también el Arzobispo de Santiago, que presidio una de las Eucaristías, el Obispo auxiliar de Santiago y el Obispo de Tui -Vigo. Además, estuvo presente durante todo el encuentro el Director del Secretariado de la Comisión para el Clero de la C.E.E., D. Santiago Bohigues, que tuvo palabras de elogio para la organización.
El ponente del primer día fue D. Jesús Higueras Esteban, Párroco de Sta. María de Caná (Archidiócesis de Madrid), que pronunció dos conferencias. En la primera, titulada “La Parroquia, oasis de misericordia”, afirmó que la descristianización de nuestro mundo está unida a la difusión de ideologías “tóxicas”. Se refirió en concreto al materialismo práctico, al relativismo, a la ideología de género y al individualismo, que están deshumanizando y desestructurando a la sociedad. El ser humano, a pesar de todo, sigue buscando el sentido de su existencia. Por eso, los sacerdotes deben asumir el dinamismo misionero al que el Papa Francisco está invitando a la Iglesia. Es necesario –dijo el sacerdote madrileño– recuperar en la pastoral “el cuerpo a cuerpo con las personas”. La segunda ponencia, bajo el título “Los Sacramentos de curación, abrazo de la misericordia del Padre”, estuvo dedicada a los Sacramentos de la Penitencia y de la Unción de Enfermos. D. Jesús Higueras indicó que la Nueva Evangelización pasa por una pastoral de la santidad, en la que es fundamental recuperar la confesión frecuente y el acompañamiento espiritual de los fieles.
La ponencia del segundo día corrió a cargo del Profesor de Filosofía y Director del Instituto de la Familia de Ourense, D. José Manuel Domínguez Prieto, que disertó sobre el tema: “Retos a la familia en la perspectiva de la Amoris laetitia”. El ponente afirmó que se ha generado mucho “ruido” en torno a la exhortación postsinodal del papa Francisco, debido a que no ha sido leída ni interpretada adecuadamente. La Amoris laetitia no supone una ruptura ni un cambio doctrinal, sino que lo que pretende el Papa es impulsar “un nuevo estilo pastoral en clave de misericordia”.
Para Xosé Manuel Domínguez, la Pastoral familiar ha de dejar de ser un “plato marginal” de la pastoral diocesana para convertirse en uno de sus “platos fuertes”.
El Director del Secretariado de Catequesis de Santiago y miembro del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, D. Miguel López Varela, presentó la ponencia del último día, titulada: “Jubileo de la misericordia: logros alcanzados y proyección de futuro”. D. Miguel realizó una bella reflexión sobre lo que ha supuesto el Año Jubilar para la vida de la Iglesia, amenizando su exposición con algunas experiencias personales vividas durante el Año Jubilar. Tanto ésta como las anteriores ponencias suscitaron enriquecedores coloquios.
Durante las jornadas se ofrecieron también varios talleres prácticos: “Equipos de Nuestra Señora”, dirigido Dª Isabel Aguiar (Diócesis de Ourense); “Pastoral de la misericordia en santuarios”, por D. José Criado, Capellán del Corpiño (Diócesis de Lugo); I.T.V. Matrimonial, a cargo de la Comunidad de Caná (Diócesis de Santiago). El último día tuvo lugar una mesa redonda, presidida por Mons. Jesús Fernández, sobre “Testimonios y experiencias de misericordia”. En ella intervinieron: D. Juan González Redondo, Párroco de Xanceda y Unidas, que habló sobre su experiencia en la Centro Penitenciario de Teixeiro; D. Ángel Dorrego, ex director diocesano de Cáritas de Tui-Vigo, que dio un testimonio sobre sus años de trabajo en Cáritas, y D. Marcos Torres, joven sacerdote de la diócesis de Lugo, con una enfermedad degenerativa, que narró su conmovedora vivencia personal.
Otros actos muy valorados por los sacerdotes fueron la convivenciavelada del primer día y la excursión a Baiona. Sobre todo hay que destacar, un año más, el ambiente de confraternización entre los sacerdotes de las distintas Diócesis de Galicia. El próximo año se cumplirán los 25 años de estas jornadas y se pretende realizar una edición especial.