El 8 de junio a mediodía, la Santa Sede hacía público el nombramiento de Monseñor Jesús Fernández González, Obispo Auxiliar de Santiago de Compostela, como obispo titular de la Diócesis de Astorga. El Sr. Arzobispo había convocado, en el Palacio Episcopal, a la Curia Diocesana para comunicar esta decisión. Posteriormente, en el Aula Felipe Neri del Seminario Mayor, acompañó a Mons. Fernández en la rueda de prensa que tuvo lugar por este motivo.
Monseñor Jesús Fernández González recibió su ordenación episcopal el día 8 de febrero de 2014, en la celebración de la Eucaristía en la Catedral de Santiago presidida por el arzobispo compostelano, Mons. Julián Barrio Barrio. “Evangelizare pauperibus” (“Evangelizar a los pobres”) es el lema que figura en su escudo episcopal.
Desde ese momento, ejerció las funciones de Vicario General de Pastoral. El Sínodo Diocesano, la coordinación de las Vicarías Territoriales y las Delegaciones Diocesanas, las Escuelas Diocesanas de Agentes de Pastoral, la atención espiritual y formativa del clero, las unidades pastorales, la preparación del Año Santo Compostelano 2021, así como los actos del XXV aniversario de la Ordenación Episcopal del Sr. Arzobispo, han sido algunas de las tareas que Mons. Fernández ha desarrollado en estos 6 años en la Diócesis.
Su presencia en las parroquias y en las comunidades de Vida Consagrada ha sido constante. Realizó la Visita Pastoral completa a los arciprestazgos de Pruzos y Cerveiro y a algunas parroquias de los de Lérez y Barbeiros. Antes de la pandemia había comenzado la visita pastoral al arciprestazgo de Arousa.
El Sr. Arzobispo en la rueda de prensa resumía la actividad pastoral de D. Jesús en la diócesis compostelana con estas palabras: “Le agradecemos que en tan poco tiempo haya hecho tantas cosas entre nosotros”.
La toma de posesión de la Diócesis de Astorga está prevista para el día 18 de julio.
Palabras del Sr. Obispo Auxiliar en la rueda de prensa
El pasado 10 de diciembre se celebraba el aniversario de mi elección como Obispo Auxiliar de Santiago. Seis años y medio después, S.S. el Papa Francisco me nombra Obispo de Astorga. Quiero comenzar mi intervención agradeciéndole vivamente se haya dignado confiarme esta misión apostólica. Al mismo tiempo, deseo expresar mi más profunda comunión con él y con su programa pastoral para una Iglesia más espiritual y evangélica, una Iglesia en salida y hospital de campaña, especialmente en estos tiempos de sufrimiento, desconcierto, soledad y muerte.
Hay momentos en la vida en que es necesario hacer como el maquinista del tren que, teniendo que cambiar de vía, frena e incluso para la máquina. En este tiempo de pandemia, muchos de nosotros lo hemos hecho también disminuyendo la velocidad de nuestra actividad, mirando de reojo al pasado, planteándonos el futuro… El cambio que se me avecina me obliga a repetir la maniobra.
En la Bula de la elección como obispo auxiliar de esta Diócesis, el Papa Francisco me decía: <
Quiero manifestar mi profundo agradecimiento a la Iglesia diocesana de Santiago. En primer lugar, a su Pastor, el Arzobispo D. Julián que me ha mostrado siempre un respeto exquisito y ha sido para mí ejemplo de conocimiento, entrega y amor a la Diócesis. Gracias también a los sacerdotes, con los que he tenido una especial cercanía, a la curia, a los cabildos; gracias a las comunidades religiosas y demás institutos de Vida Consagrada; gracias, en fin, a los Seminarios y a los movimientos, asociaciones y grupos de apostolado seglar. Puedo decir que me he sentido querido y apoyado por todos. Que Dios os lo pague.
Echando una mirada a estos últimos años vividos entre vosotros se avivan en mí los mejores recuerdos. Desde el primer momento me sorprendió gratamente vuestra hospitalidad, las iniciativas, sobre todo en el campo de la administración, y la responsabilidad; también vuestro espíritu de familia, vuestra fe y el amor a las tradiciones. He pasado junto a sacerdotes, diáconos, consagrados y laicos momentos inolvidables de Retiro, formación, celebración, fiesta… Vivimos juntos un acontecimiento especialmente significativo como fue el Sínodo Diocesano 2016-2017 del que tanto aprendí. Guardo también el recuerdo más grato de las visitas pastorales, de las celebraciones solemnes en la Catedral abarrotada de peregrinos y de los ritos sacramentales de la iniciación cristiana, particularmente de adultos.
El Señor y su Iglesia me envían ahora a pastorear la diócesis de Astorga. A vosotros, queridos diocesanos, me dirijo ahora brevemente para saludaros, mostraros mi cercanía y trasladaros la bendición del Señor. Y lo hago desde este lugar, meta de los sueños de tantos peregrinos que cruzan e incluso habitan nuestras tierras, con la llaga aún abierta por la muerte de nuestro querido obispo Juan Antonio Menéndez, hace poco más de un año, y con el corazón herido por el sufrimiento de tantas personas enfermas, discapacitadas, en duelo por sus seres queridos fallecidos en soledad… Saludo en primer lugar a D. José Luis Castro Pérez, Administrador diocesano. También a Mons. Camilo Lorenzo, Obispo Emérito, al que encomiendo al Señor para que se recupere pronto de sus dolencias. Saludo así mismo a los sacerdotes, al Cabildo catedral, a los consagrados y consagradas, al Seminario, a los movimientos, a las asociaciones y a los grupos laicales. Como nuevo Pastor de la grey asturicense, me coloco ya a vuestro lado y os convoco para edificar una Iglesia cada día más espiritual y evangélica, unida y sinodal, misericordiosa y misionera; y a transformar este mundo herido por la injusticia y la desigualdad.
Invoquemos juntos al Señor para que ilumine, aliente y sostenga con la fuerza de su Espíritu estos sueños. Me encomiendo a vuestras oraciones y a la intercesión de la Virgen María, nuestra Madre y Señora, y de Santo Toribio, patrono de la Diócesis. Espero encontrarme pronto con vosotros. Recibid la bendición del Señor. Un saludo fraterno.
+ Jesús, Obispo Electo de Astorga