El viernes dos de junio de dos mil veintitrés, a las 13:00 h., se reunieron en el Salón del Trono del Palacio Arzobispal, especialmente engalanado para la ocasión, el Excmo. Sr. Don Julián Barrio Barrio, Arzobispo Administrador Apostólico de la diócesis de Santiago de Compostela, el Canciller Secretario, el Vicario Judicial, los miembros del Consejo de Consultores, el Cabildo Catedralicio, y los demás cargos y personal de la Curia Diocesana.
Rezadas las preces iniciales, Mons. Barrio Barrio dio inicio al acto de juramento y profesión de fe del Arzobispo electo, Mons. Francisco José Prieto Fernández, dando las gracias a todos los presentes por su participación en este acto y por los años de trabajo generoso y entregado a su lado durante su ministerio pastoral al frente de la Diócesis.
A continuación, Mons. Francisco José Prieto Fernández prestó juramento y e hizo profesión de fe, poniendo su mano derecha sobre el Santo Evangelio, y firmó los documentos correspondientes junto con el Canciller Secretario y el Vicario Judicial.
Cerró el acto el nuevo Arzobispo compostelano agradeciendo al Santo Padre la confianza depositada en él y expresando su confianza en todos los presentes para caminar juntos en la nueva singladura que se abre para toda la Diócesis.
El sábado tres de junio de dos mil veintitrés, a las diez horas y treinta minutos, hizo su entrada en la SAMI Catedral de Santiago de Compostela, el Arzobispo electo de Santiago de Compostela, Excmo. y Rvdmo. Sr. Don Francisco José Prieto Fernández. Le acompañaban en ese momento el Sr. Nuncio de Su Santidad, Mons. Bernardito Auza, el Arzobispo Administrador Apostólico de la diócesis, Excmo. Sr. Don Julián Barrio Barrio, el Cardenal Arzobispo de Madrid, Mons. Osoro Sierra, el Cardenal Arzobispo emérito de Madrid, Mons. Rouco Varela, y los Sres. Obispos de la Provincia Eclesiástica.
Después de saludar a las principales autoridades civiles y militares, presentes ante la Puerta del Obradoiro de la Catedral, entre los que se encontraban el presidente de la Xunta de Galicia, Don Alfonso Rueda; el presidente del Parlamento, Don Miguel Ángel Santalices; así como el general de la AMA, el Rector de la USC, el Teniente Alcalde de Santiago, el Portavoz Municipal del PP en Santiago, el Jefe Superior de la Policía Nacional, el General Jefe de la Guardia Civil, el Coronel de la Aeródromo, el Director de la Escuela Naval de Marín, el Jefe Provincial de la Policía Nacional de A Coruña y Ourense, el Comisario de la Policía Nacional de Santiago, el Inspector de la Policía Local de Santiago; fue recibido por el Excmo. Cabildo Metropolitano.
En un primer momento, el Sr. Nuncio de Su Santidad presentó al que, en adelante, por deseo del papa Francisco, sería el pastor de la Diócesis, invitando a todos a acogerlo con gratitud y espíritu sobrenatural.
A continuación, el Deán Presidente del Cabildo ofreció al Arzobispo electo el Lignum Crucis para que lo venerase besándolo y el agua bendita. Y todos se dirigieron en procesión a la Capilla del Santísimo, donde oraron ante el Santísimo Sacramento unos momentos. Terminada la breve visita, se dirigieron a la Sala Capitular de la Catedral, donde se revistieron para celebrar la Misa Estacional.
A las 11:00 horas dio comienzo la solemne celebración de la Eucaristía con la procesión de entrada.
Previamente los sacerdotes concelebrantes, en número de más de doscientos, procedentes en su mayoría de la Diócesis de Santiago, pero también de la Diócesis de Ourense y de otras, habían ocupado los bancos reservados para ellos en las naves de Platerías y Azabachería.
Las autoridades principales y los familiares del Sr. Arzobispo electo ocuparon los primeros bancos de la nave central de la Catedral. Como ya se indicó, junto al Presidente de la Xunta de Galicia, Don Alfonso Rueda Valenzuela, se situaron el Presidente del Parlamento de Galicia, el General Jefe del Mando de Apoyo a la Maniobra, representante institucional del ejército en Galicia, el Rector de la Universidad de Santiago, miembros de la corporación municipal de Santiago, y otras autoridades civiles y militares.
Desde el claustro catedralicio, la procesión se encaminó por la nave central hasta el presbiterio. Tras la Cruz Arzobispal, los miembros del Excmo. Cabildo de la Catedral y los miembros del Consejo de Consultores, se encontraban los obispos, arzobispos y cardenales presentes. Entre ellos, además de los obispos de la Provincia Eclesiástica de Santiago, Mons. Quinteiro Fiuza, Mons. Carrasco Rouco, Mons. Lemos Montanet y Mons. García Cadiñanos, el obispo de Astorga, Mons. Fernandez González, y los Cardenales Mons. Rouco Varela y Mons. Blázquez Pérez, todos ellos antiguos obispos auxiliares de Santiago de Compostela. Cerraban la procesión Mons. Barrio Barrio, Arzobispo Administrador Apostólico de la diócesis, Mons. Prieto Fernández, Arzobispo electo de Santiago de Compostela, y el Nuncio de Su Santidad, Mons. Bernardito Auza, que presidía la primera parte de la celebración.
Otros obispos concelebrantes fueron: Mons Osoro Sierra, Cardenal Arzobispo de Madrid; Mons. Jesús Sanz Montes, Arzobispo de Oviedo; Mons. Garcia Cordeiro, Arcebispo Primaz de Braga; Mons. Rodríguez Carballo, Arzobispo de Belcastro; Mons. Agrelo Martínez, Arzbispo Em.de Tánger; Mons. Varela Sánchez, Obispo de Zamora; Mons. de las Heras Berzal, Obispo de León; Mons. Sánchez Monge, Obispo de Santander; Mons. Chico Martínez, Obispo de Jaén; Mons. García Magán, Obispo Auxiliar de Toledo; Mons. Déniz Hernández, Obispo Auxiliar de Canarias; Mons. Vilanova Pellisa, Obispo Auxiliar de Barcelona, Mons. Gomez, Obispo Auxiliar de Braga; Mons. Almeida, Obispo Auxiliar de Braga; Mons. Hernández Sola, Obispo Em. de Tarazona; y Mons. Parrilla Díaz, Obispo Em. de Riobamba
Iniciada la celebración eucarística con el saludo del Sr. Nuncio, y tras una breve alocución de Mons. Barrio Barrio, el Nuncio presentó a monseñor Prieto, el Vicecanciller de la diócesis mostró y leyó las letras apostólicas, con el nombramiento de Mons. Prieto Fernández como Arzobispo de Santiago de Compostela, firmadas por el Papa Francisco.
Tras la lectura, el Nuncio invitó al nuevo Arzobispo a ocupar la cátedra y le entregó el báculo, rito con el que se formalizó el relevo de Mons. Prieto Fernández al frente de la Archidiócesis compostelana. A continuación, después del saludo y felicitación del propio Nuncio, del Arzobispo emérito, de los obispos de la Provincia, de los miembros del Cabildo y del Colegio de Consultores, una representación de la Diócesis formada por sacerdotes, religiosos y religiosas, y laicos, subió al presbiterio para saludar y felicitar al nuevo arzobispo.
Acto seguido, la Eucaristía se siguió celebrando como de costumbre, pero ya bajo la presidencia de Mons. Prieto Fernández, Arzobispo de Santiago de Compostela.
En su homilía, el Sr. Arzobispo comenzó citando las palabras del profeta Jeremías: “El Señor siempre nos precede, Él toma la iniciativa”, comentando que “seguir al Señor no consiste, ante todo, en sacrificios y renuncias”, sino que es un encuentro transformador con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva que suscita nuevas relaciones con Dios y con los hombres, y que estamos llamados a vivir gozosamente como hijos y hermanos.
Mons. Prieto afirmó que en los dos años como Obispo Auxiliar pudo apreciar y descubrir “el rostro mismo de Cristo” en los sacerdotes, en los miembros de la vida consagrada, en los fieles laicos.
Añadió, además, que “el Sínodo Diocesano de 2016-2017 trazó un camino que debemos retomar sin demora. No es tiempo de quejas, de resentimientos, de claudicar, sino de preguntarnos si estamos dispuestos a mirar el futuro a la luz del Evangelio”. Invitó a todos a trabajar en la tarea común de construir juntos espacios de convivencia y humanidad: “Los hombres y mujeres de este tiempo, especialmente los que más sufren los golpes de esta crisis y las guerras que aún nos rodean, merecen todos nuestros esfuerzos y compromiso. “Comparto con vosotros el deseo de trabajar juntos, desde el respeto y el diálogo, en favor del bien común.”
Finalizó la homilía pidiendo ayuda para ser obispo de todos y obispo con todos: “Quiero caminar con todos, como hermano en la fe, como vuestro pastor. Y Obispo para todos, en una Iglesia, ésta que peregrina en Santiago de Compostela, que debe ser un hogar donde quepamos todos y en el que todos nos regocijemos y demos gracias por vivir la unidad en la diversidad, … en comunión con Dios y con los hombres”.
Al finalizar la celebración, el Sr. Arzobispo subió al camarín del altar mayor de la Catedral para, en nombre propio y de toda la Diócesis compostelana, siguiendo la tradición de los peregrinos, dar el abrazo a la imagen del Apóstol Santiago del Mayor y depositar sobre sus hombros todos los retos y esperanzas del ministerio asumido.
En la puerta de la Catedral, delante del Pórtico de la Gloria se despidió y agradeció la presencia de las principales autoridades y, llegado al claustro de la Catedral, recibió el aplauso y felicitación de todos los cardenales, obispos y sacerdotes concelebrantes.