Queridos diocesanos:
En mi carta pastoral para la Cuaresma de este año os decía que hemos de preguntarnos qué compromiso cristiano conlleva para nosotros este tiempo de gracia, no echando en saco roto el amor de Dios. No se trata tanto de juzgar nuestra vida, pues somos pecadores. “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros” (1Jn 1,8). Necesitamos sobre todo mirar nuestra vida desde Dios, vernos como Él nos ve de forma que podamos decir: “Tu luz, Señor, nos hace ver la luz” (Ps 36,9).
En este sentido el papa Francisco nos dice: “El sacramento de la Reconciliación necesita volver a encontrar su puesto central en la vida cristiana; por esto se requieren sacerdotes que pongan su vida al servicio del misterio de la reconciliación para que a nadie que se haya arrepentido sinceramente, se le impida acceder al amor del Padre, que espera su retorno y a todos se les ofrezca la posibilidad de experimentar la fuerza liberadora del perdón. Una ocasión propicia puede ser la celebración de la iniciativa 24 horas para el Señor en la proximidad del IV Domingo de Cuaresma, que ha encontrado un buen consenso en las diócesis y sigue siendo una fuerte llamada pastoral para vivir intensamente el Sacramento de la Confesión”.
Hoy en la vida de la Iglesia se aprecia que muchas personas y entre ellas muchos jóvenes, están acercándose al sacramento de la Reconciliación. Necesitamos volver a Dios para poder vivir la experiencia de la misericordia con los demás. Ruego que en la Catedral, en las parroquias y en las comunidades religiosas se programen momentos de adoración al Santísimo, lectura de la Palabra de Dios y celebraciones penitenciales que ayuden a participar en el sacramento de la Reconciliación en el contexto de 24 Horas para el Señor.
Queridos diocesanos, os animo a todos a participar en estas veinticuatro horas para el Señor. Viviréis una gozosa experiencia espiritual que os colmará de felicidad interior. Todo ello ayudará a prepararnos para celebrar la Pascua del Señor. Os saluda con afecto y bendice en el Señor,
+ Julián Barrio Barrio,
Arzobispo de Santiago de Compostela.