FERNÁNDEZ LAGO, JOSÉ, Eucaristía, Instituto Teológico Compostela, Santiago de Compostela, 2019. El Canónigo Lectoral de la Catedral de Santiago acaba de sorprendernos con la publicación de un nuevo libro. No ha intentado el Profesor Emérito del Instituto Teológico Compostelano analizar uno de tantos puntos cuestionables de la investigación teológica: más bien ha preferido redactar algo que pudiera servir para la formación cristiana del pueblo fiel, en especial de los más jóvenes. Ha distribuido el libro en 34 capítulos, en los cuales ha intentado mostrar la condición propia de la Eucaristía, relacionándola con otras realidades teológicas cercanas, de modo que aparecieran con claridad la una y las otras. Ha dejado claro que la Eucaristía es el memorial de Cristo, y nos ha demostrado que no se trata de un simple recuerdo, sino de algo que se realiza de nuevo, y que convoca a la comunidad cristiana, para celebrar lo que Cristo realizó una sola vez, para bien de los hombres, sus hermanos. Lugar central han encontrado en este nuevo libro los relatos de la Institución de la Eucaristía, merced a los testimonios de los tres primeros evangelistas y al que nos proporciona San Pablo, en su 1ª Carta a los Corintios. Sin embargo no se ha olvidado de lo que el 4º Evangelio nos ofrece en su capítulo 6º, sino que nos muestra y analiza el Sermón del Pan de Vida, que se refiere a la Eucaristía como el Cuerpo del Señor, que habremos de recibir para alcanzar la vida que no se acabará nunca. El autor resalta la importancia del Espíritu Santo, al que se invoca para lograr la conversión del agua y el vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor. La Liturgia Eucarística, como bien señala el autor de este libro, tiene una primera parte que se considera Celebración de la Palabra, en la cual se proclaman las lecturas bíblicas, y una posterior que se denomina Celebración del Sacrificio, porque Cristo se ofrece al Padre para la salvación del hombre. Tanto la una como la otra son constitutivas de la Celebración litúrgica del Sacramento de la Eucaristía. También ha resaltado todo aquello que puede hacer más estimulante la celebración eucarística, dentro del Año Litúrgico: la importancia del tiempo litúrgico en que se celebre el Memorial del Señor, la del canto y el silencio, al servicio de la liturgia, y las mismas posturas en los diversos momentos de la celebración, que han de colaborar a que la liturgia sea digna y edificante. Deseamos que esta publicación sirva para fundamentar la fe de los cristianos que practican lo que creen, y para estimular la fe de aquellos que, aunque hayan recibido el bautismo, no tienen la sensibilidad deseada en lo que a la Santísima Eucaristía se refiere. M.J.F.F.
Categorías: Bibliografía, Nº 3756
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