Saúdo con fraternal afecto e agradecemento aos Sres. Cardeais, ao Sr. Nuncio, Arcebispos, e Bispos, aos presbíteros, diáconos, membros de vida consagrada, seminaristas e laicos da Igrexa que peregrina en Santiago de Compostela e doutras Igrexas particulares que nos acompañan. Ao iniciar o Ministerio Episcopal como Arcebispo desta Igrexa Compostelá Mons. Francisco José Prieto Fernández damos grazas a Deus. ¡O Señor estivo grande connosco e estamos contentos!
“Donde desfallece el entendimiento, toma vuelos el afecto”, escribía san Buenaventura. Esto referido a la dimensión mística, tiene también su aplicación a este acontecimiento eclesial que nos ha convocado y reunido, esperando como siempre el denario de la benevolencia del Señor. Para mi es un honor poder hacer uso de la palabra con aquella sencillez que siempre es expresión de la verdad y de la bondad que nuestro nuevo Arzobispo se merece, para poder manifestarle en nombre de la Archidiócesis de Santiago nuestra gratitud y admiración con motivo de su toma de posesión de esta Archidiócesis compostelana. Cristo es principio y fin, alfa y omega, suyo es el tiempo y la eternidad. A Él la gloria por los siglos. Esta conciencia nos anima al pensar que en la Iglesia nada empieza con uno y nada termina con uno. Todo es gracia en el discurrir de la misión que el Señor nos encomienda, abriéndonos un horizonte de confianza fiel y de esperanza segura. Nuestra presencia y participación en esta Eucaristía es un signo de la comunión eclesial que nos fortalece en nuestro peregrinar, reforzando los lazos entre las Iglesias particulares cuyos miembros peregrinan hacia la ciudadanía de los santos.
Nuestro Arzobispo ocupará la cátedra apostólica que es don y tarea del ministerio episcopal que se le ha encomendado y gracia para todos los diocesanos. Pronto recibirá el palio como Metropolitano, manifestación de la potestad de la que en comunión con el Papa se halla investido en la propia Provincia eclesiástica para servir a los Obispos de la misma a quienes ha de tratar con amor fraterno y acompañar con cuidado solícito y eficaz. Es un signo de confianza del Papa que como Pastor de todos los fieles para procurar el bien común de la Iglesia universal y el bien de cada Iglesia, nos preside en la caridad.
Cuando Mons. Francisco José llegó como Obispo Auxiliar a la Iglesia Compostelana, venía equipado con la gracia, responsabilidad y autoridad necesarias para predicar el evangelio, guiar la comunidad de creyentes y dar testimonio público ante los hombres: es decir, llegaba con una rica experiencia espiritual y con grandes saberes avalados con el testimonio de una actitud pastoral, orientada por la bondad, la inteligencia, la sencillez y el afecto fraterno, una experiencia en la que la fidelidad a la fe católica se ha conjugado con el servicio a los diocesanos. Un pastoreo siempre complejo al que humanamente nos aproximan las palabras riesgo, confianza, y aventura sin olvidarse de la intervención del Espíritu Santo que nos da esas certezas arcanas como la expresada por el Obispo de Hipona: "Concede el don de lo que mandas y manda lo que quieras", para poder caminar “entre las turbaciones del mundo y los consuelos de Dios”.
En la vida se bordea siempre el misterio, a veces incluso la vida es absorbida por el mismo misterio, como urdimbre que nos lleva a comprender la existencia como don y tarea. Es esa vertiente inefable de nuestro existir, que solo puede ser contemplada por la fe que trasciende toda ciencia. En esta perspectiva comprendemos la llamada que la Iglesia le ha hecho a nuestro hermano para ejercer el ministerio episcopal en esta Archidiócesis compostelana, expresándole ahora, nuestros mejores deseos en la comunión de la Iglesia peregrinante de la que formamos parte. Por eso hemos de estar siempre dispuestos a emprender el camino de una pastoral creativa en fidelidad al Buen Pastor. Somos muchos los que damos gracias por Mons. Prieto Fernández y elevamos nuestra súplica al Dador de todo bien en su favor.
Le ruego, Sr. Nuncio, transmita al Papa Francisco la gratitud de esta Iglesia que peregrina en Santiago de Compostela.
Pedimos al Buen Pastor con el patrocinio del Apóstol Santiago y la intercesión de la Reina de los Apóstoles que mantenga a nuestro Arzobispo fiel en su santo servicio para gloria de Dios y gozo de los diocesanos. ¡Dios nos ayuda y el Apóstol Santiago!